La Confederación de Beisbol Profesional del Caribe, realizó la entronización al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe Clase 2021, del exlanzador Rodrigo López y el excatcher Adán Amezcua, figuras destacadas en la historia de los Tomateros de Culiacán; y del directivo Enrique Mazón Rubio, presidente ejecutivo del club Naranjeros de Hermosillo.
El destacado pitcher ahora es inmortal en el Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe, participando en cuatro ediciones con los Águilas de Mexicali, Tomateros de Culiacán y Yaquis de Obregón, siendo campeón en Caracas 2002 con la escuadra guinda y con los Yaquis en Hermosillo 2013, siempre como pitcher abridor.
Sus números en el clásico caribeño son de 6 aperturas de 39.2 entradas con 2.30 de efectividad, siendo esta la mejor de un pitcher mexicano con un mínimo de 30 innings lanzados.
El 8 de febrero en Caracas 2002, es el recuerdo más agradable que Rodrigo López tiene de las Series del Caribe y del beisbol en general, ya que lanzó una blanqueada en la final ante los Vaqueros de Bayamón de Puerto Rico dándole el campeonato a México en 9 entradas de 4 hits con 8 ponches y solo una base por bolas para que la pizarra terminara 3 por 0.
El «General» ya es inmortal en la Serie del Caribe luego de su participación en 7 ediciones y un total de 30 juegos, siendo campeón con los Tomateros de Culiacán en 1996 y 2002 en su etapa como receptor, así como con los Venados de Mazatlán en 2005 cubriendo la primera base.
El nativo de Mazatlán fue el Jugador Más Valioso en Caracas 2002, donde fue líder de hits con 10, de dobles con 3, en slugging con 1.000 y en total de bases alcanzadas (22).
Su estadísticas lo ponen en los más preciados lugares de las principales estadísticas para un mexicano, es tercero en la historia en slugging (.511) , cuarto en carreas impulsadas (16), y con su .315 AVG es apenas uno de los cinco que ha bateado más de .300 de por vida.
En representación de Enrique Mazón Rubio, recibió el reconocimiento su hijo, Enrique Mazón Cubillas quien destacó el gran orgullo de ser participe del reconocimiento para su padre, un gran impulsor del beisbol y de la Serie del Caribe.
El empresario fue inmortalizado por tomar la presidencia de los Naranjeros de Hermosillo en 1987 y a partir de ahí, ganar 8 de los 16 títulos de la escuadra naranja al frente del equipo lo que ha significado representar a México en las Series del Caribe Miami 1990, Hermosillo 1992, Puerto La Cruz 1994, San Juan 1995, Culiacán 2001, Carolina 2007, Isla Margarita 2010 y 2014, siendo campeones en esta última edición.
Bajo su mando, Hermosillo ha albergado el clásico caribeño en las ediciones de 1987 1992, 1997 y la más reciente en 2013, remodelando el Estadio Héctor Espino para la celebración de la edición 1997 y la construcción del impresionante Estadio Sonora para la edición de 2013.