Morena, la tormenta que se avecina

En la Mira

Los efectos que dejaron la designación de Rubén Rocha Moya como el precandidato único a la gubernatura de Sinaloa y la alianza con el Partido Sinaloense fueron calmados por una intensa operación política al interior del partido.

El eje de esta operación cicatriz se enfocó en el alcalde con licencia de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, principal opositor a esta candidatura, a la cual, él también aspiró, y a la alianza con Héctor Melesio Cuén Ojeda. Hay que recordar que fue él quien encabezó ese movimiento, que de inmediato trajo sus consecuencias, cuando la Comisión de Honestidad y Justicia del Comité Ejecutivo Nacional de Morena le suspendió sus derechos partidarios.

Fue una estrategia muy intensa, hasta que terminaron por acorralarlo hasta que finalmente lo doblaron. Ese último movimiento fue haberle cedido al PAS la designación del candidato a presidente municipal de Mazatlán. Recordar que en varias declaraciones, Benítez Torres criticó a Cuén Ojeda y se negaba a trabajar con él.

Pero una vez que Mario Delgado Carrillo, dirigente nacional de Morena dio a conocer que parte del acuerdo de alianza con el PAS incluía Mazatlán, el discurso del Químico Benítez cambió, y hasta se disculpó públicamente con Héctor Cuén, con quien desayunó y se reunió el sábado en el puerto. Todo indica, si algo extraño no sucede, que Benítez Torres será el candidato común PAS-Morena por la alcaldía mazatleca.

Pero por qué les digo que una tormenta se avecina, porque será en esta semana, a más tardar el domingo, cuando se den a conocer las designaciones de las candidaturas a diputados federales, locales, presidencias municipales, regidurías y sindicaturas de procuración. Son miles de registros en Sinaloa, y muy pocos los espacios, porque una tercera parte serán para el PAS, o en caso de incluir al PT o Verde Ecologista en alguna candidatura, serían menos las candidaturas para los morenistas.

Los puntos más álgidos de esta alianza están en Ahome y Culiacán. El primero, las encuestas posicionan con la mayor preferencia electoral a Genaro García Castro, exsecretario de Seguridad Pública, y gente del Grupo Trébol, que sería quien les garantizaría el triunfo a Morena, que quedó muy desgastado por el gobierno de Guillermo Chapman; y el poco trabajo de los diputados en sus distritos.

La joya de la corona es Culiacán, donde trece aspirantes se registraron, pero hay tres que lucen más fuertes y con mayores posibilidades. Uno de ellos es Gerardo Vargas Landeros, quien cuenta con la estructura más grande, y es el que encabeza todas las encuestas, sondeos y estudios de opinión, para ganar la alcaldía de la capital sinaloense; además, la candidatura de Vargas Landeros representa una resta al PRI, porque le haría otro boquete al partido, tanto en Culiacán, como Ahome, por la estructura y simpatías que tiene entre los priistas.

El otro aspirante es el alcalde con licencia, Jesús Estrada Ferreiro, quien espera la oportunidad de su partido para competir por la reelección, pero tiene en contra la mala imagen que formó en dos años, sus controversiales declaraciones y políticas para afrontar la pandemia del Covid-19. Sus confrontaciones con los representantes de los sectores económicos y sociales del municipio, juegan en su contra.

Y por último, sin ser menos importante, está Graciela Domínguez Nava, diputada local con licencia y expresidenta de la Junta de Coordinación Política. Es empujada muy fuerte por el grupo de Rubén Rocha Moya, y tiene muchas fortalezas por su experiencia legislativa y la buena imagen que tiene.

Se avecina una tormenta intensa al interior de Morena, que podría llegan muy divididos a las campañas, pero esto no es privativo de este partido, en el PRI y PAN están en las mismas condiciones, pero mañana les daré el análisis de estos dos aliados.