Cuando hablamos de patrimonio cultural y sobre qué hacer con él, aparece la idea de que debe ser aprovechado por turismo, dijo el arqueólogo Víctor Joel Santos Ramírez, autor del libro ‘Misiones jesuíticas de Sinaloa’, durante su participación en el Foro de Patrimonio Cultural que organizó la Coordinación de Cultura de la campaña de Rubén Rocha Moya, candidato a Gobernador por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido Sinaloense (PAS).
Es un gran error pensar que ese es el camino a seguir, destacó, añadiendo que, en muchas situaciones, “el turismo es realmente la contradicción y lo opuesto a la conservación del patrimonio cultural”, poniendo como ejemplo a los pueblos mágicos, cuyos monumentos y zonas de interés han sido intervenidos con la idea de mejorarlos y preservarlos, pero con sesgos turísticos, sin investigaciones que hayan mediado para el establecimiento de valores y criterios “para la conservación y la no transgresión” de sus vestigios artísticos y culturales.
Al principio del evento, el Coordinador de Cultura, Juan Salvador Avilés Ochoa, había pedido un minuto de silencio por el fallecimiento del dramaturgo y director teatral, Ramón Mimiaga Padilla, que luego de cumplirse con respeto y formalidad, se prosiguió a darle la palabra a los participantes, como fue el caso de Mariana Landeros, quien se sumó a la preocupación de Santos Ramírez y propuso “no crear nuevos ‘Cosalás’ para que haya mucho turismo”, concluyendo en que debería establecerse un marketing cultural, pero no en un sentido comercial depredador, sino para beneficio de las comunidades portadoras del patrimonio.
Alrededor de 60 personas, conectadas vía Zoom desde al menos 9 municipios de la entidad, testificaron la apertura del Foro de Patrimonio Cultural en la voz de Minerva Solano, quien, tras la primera ponencia de la tarde, concluyó que “conservar el patrimonio cultural es por tanto también una lucha por los derechos humanos, por el medio ambiente y por la diversidad cultural de los pueblos y su derecho a su territorio y recursos naturales”.
Por su parte, Nicte Loi Ceceña Romero propuso la participación social en la conservación de los bienes culturales, mientras que Diego Angulo, al calor de un análisis de la Ley de Cultura del Estado, recordó que existen otras figuras jurídicas para la protección del patrimonio cultural, como la Ley de los Derechos de los pueblos y comunidades indígenas y la Ley Ambiental para el desarrollo sustentable.
En su intervención, Jesús Velázquez puntualizó que Sinaloa es un estado privilegiado por su situación territorial, su historia y su riqueza patrimonial, que consideró aspectos que valen la pena promover y difundir, por lo que hizo un llamado para que se luche para que la cultura se posicione en la agenda política estatal. Desde La Noria, Mazatlán, Marisol Lizárraga recordó que desde hace 12 años se ha venido luchando para que se erija allí un centro cultural que contribuya en la descentralización de las ofertas culturales.
Entre otras voces, casi hasta el final del Foro se hizo latente la voz de la periodista Elizabeth Valdez, hablando de la devastación en el organigrama de la Dirección de Patrimonio Cultural del Instituto Sinaloense de Cultura. Y fue Martín Sandoval quien dijo (respecto a los enfoques turísticos que se les han dado a determinados patrimonios culturales del estado), que “cada quien tiene tareas muy concretas” y que es cosa de que cada quien se ponga a hacer lo suyo.