“Recordemos que estar en semáforo rojo significa un alto riesgo, esencialmente lo siguiente: Tener un alto riesgo de contagio comunitario; salir a la calle y se tiene mucho riesgo de contagiarse; que mucha gente está hospitalizada; que la mayor parte de las camas de los hospitales están ocupadas. Seguimos teniendo problemas de comunicación, pues una cosa es lo que se dice y otra es lo que realmente existe”, expresó Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Ciertamente las vacunas protegen contra el virus, pero científicamente está probado que no lo hacen al 100 por ciento. Para la variante delta, la vacuna Pfizer tiene una efectividad del 88 por ciento, la AstraZeneca un 67 por ciento, la Sinovac no reporta información, la Johnson & Johnson un 71 por ciento, la Sputnik no hay datos específicos y la Cansino no hay estudios de momento.
Cuén Ojeda afirmó que es muy importante entender que aun cuando tengamos el 100 por ciento del esquema de vacunación tenemos que cuidarnos dado que no estamos protegidos al 100 por ciento, más aún cuando la variante delta ha cambiado la estructura del virus y por lo tanto se pierde la capacidad neutralizante de los cuerpos generados por las vacunas.
Otro problema es que los mexicanos tenemos una baja protección por la aplicación de las vacunas, solo el 50.8 millones de mexicanos hemos recibido una o las dos dosis recomendadas; 27 millones con el esquema completo y con el medio esquema 23.4 millones.
Solo nos resta cuidarnos y continuar con la vacunación, solicitarle prudencia al gobierno y a la sociedad. Una cantidad importante de maestros manifiestan resistencia para volver a clases presenciales y tienen toda la razón, parten de que Sinaloa está en color rojo epidemiológico que significa que el estado se encuentra en alerta máxima.
Por ello sostengo que por ningún momento se debe volver a clases en este momento.
Cuén Ojeda reiteró que la prioridad del gobierno del estado es visitar todas las escuelas y precisar las condiciones en que se encuentran, dado que una buena cantidad de ellas están vandalizadas.
El gobierno estatal no debe apostarle a que los padres de familia o el gobierno federal vayan y pongan en condiciones las escuelas.