Centros Comunitarios de Aprendizaje, punto de partida para regreso a escuelas

Con el objetivo de sistematizar los principales elementos en el funcionamiento de los Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA), Mexicanos Primero Sinaloa realizó la investigación Regreso, Escuela y Esperanza: Experiencias en los Centros Comunitarios de Aprendizaje en Sinaloa.

A partir de los hallazgos y conclusiones de este estudio, se contará con una importante referencia para guiar la reapertura voluntaria de escuelas durante el ciclo escolar 2021-2022.

Esta investigación centró su atención en las experiencias de directores de 6 escuelas secundarias y 4 primarias públicas en cinco municipios del estado, que funcionaron como CCA entre el 26 de abril del 2021 y el 9 de julio del mismo año. A continuación, se presenta un resumen de los principales hallazgos y conclusiones del estudio.

 

Principales hallazgos

La decisión de regresar: La principal motivación para abrir los CCA fue la preocupación de directivos y docentes respecto al bienestar y aprendizaje de sus estudiantes. Esta preocupación movilizó un profundo sentido de responsabilidad ética en los directivos y docentes. La educación a distancia es insuficiente para atender las necesidades de los alumnos.

Enfoque educativo: La principal prioridad es la de atender las necesidades socioemocionales de estudiantes, que vivieron experiencias difíciles durante el confinamiento. En el ámbito académico se aprecia un gran rezago en relación a los aprendizajes esperados de cada grado. Los modelos híbridos en algunos casos son considerados una oportunidad y en otros casos una dificultad.

Condiciones de infraestructura: Aunque algunos CCA funcionaron sin contar con las situaciones de infraestructura idóneas, los directores manifiestan que será muy necesario diagnosticar las condiciones de todas las escuelas en el estado y apoyar a las que cuentan con la mayor necesidad.

Valoraciones personales: Aunque la decisión de abrir el CCA en ningún caso fue una decisión unánime, los directivos manifiestan una gran satisfacción entre los docentes que se sumaron a las labores presenciales. Y también, reportan ser testigos de los beneficios socioemocionales que tiene para los estudiantes regresar a la escuela.

 

Principales conclusiones

Apoyar y acompañar a directores: Como líderes, los directores tienen la gran oportunidad de movilizar la voluntad tanto de docentes como de familias para generar condiciones que permitan el regreso de niñas, niños y jóvenes a la escuela. Es importante no dejarlos solos y brindarles oportunidades de formación profesional de calidad y trabajo colaborativo con pares.

Necesidad de instrumentos de diagnóstico: Las percepciones de los directivos sobre las necesidades y nivel de aprendizaje de estudiantes provienen principalmente de su propia observación. Para contar con medios más precisos de generar información que permita a cada escuela adecuar su estrategia, se debe dotar a cada una ellas de instrumentos comunes de evaluación formativa, cuyos resultados permitan a la autoridad educativa local focalizar sus apoyos.

Un modelo híbrido sustentable: Adaptarse a las exigencias del modelo híbrido será más difícil para algunas escuelas. Se deberán brindar los apoyos técnicos necesarios para garantizar que, en ningún caso, este modelo genere consecuencias como agobio docente y estrés. Valorar esquemas de dotación de personal de apoyo a las escuelas a través de estudiantes de educación superior liberando servicio social puede ser una estrategia beneficiosa.

Bienestar socioemocional: Los hallazgos del estudio demuestran la necesidad de priorizar la atención socioemocional. Más que desde su definición ligada a lo cognitivo y académico, los directivos manifiestan preocupación por la salud mental de sus estudiantes. Será fundamental generar las vías de canalización de casos de amenazas severas a la salud mental de estudiantes en conjunto con el sector salud y dotar a las escuelas de mayores oportunidades de apoyo de especialistas.

Mejorar infraestructura escolar: Para que sea posible el regreso de todas las escuelas se debe diagnosticar de manera detallada sus condiciones actuales. Y desde dicho balance, gestionar la asignación de recursos necesarios para su recuperación y óptimo funcionamiento. Se requiere una participación más activa del ISIFE en la materia. Y de ninguna forma la adecuación de los planteles deberá depender de la capacidad de pago de las familias.