COLUMNA EN LA MIRA
Veinte días antes de la Sesión Solemne de Toma de Protesta del próximo gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya acudió al Congreso del Estado, para presenciar la instalación de la Comisión de Asuntos Agropecuarios, un acto que tradicionalmente se hace de manera interna y sin reflectores, pero en esta ocasión el presidente es Serapio Vargas Ramírez, quien goza de la atención mediática.
El diputado local por Morena invitó al gobernador electo a este evento, que fue la única comisión que se instaló en el Salón Constituyentes por la cantidad de invitados que asistieron -normalmente se realiza en las salas chicas del Palacio Legislativo.
Como tal, el evento fue intrascendente, ya que se trata de la instalación de una sesión, pero Serapio lo hizo de esta manera; pero lo que vale mucho la pena son los mensajes que dejó Rubén Rocha Moya.
El primero de ellos, y más claro, es el respaldo que le dio a Serapio Vargas, un personaje que ha pasado de un partido político a otra, y que en los últimos tres años se supo mover y acercar a los morenistas y Rocha Moya, hasta que fue aceptado como candidato y ganó en las urnas.
Otro mensaje positivo que deja el próximo gobernador para el sector agropecuario, es el respaldo que le dará y reafirma los compromisos de apoyarlos y gestionar más recursos ante el Gobierno federal para beneficio de los productores.
En lo político, el diputado de Morena que más fortalecido resultó fue Ambrocio Chávez Chávez, porque estuvo muy cerca de Rubén Rocha durante su estadía en el Palacio Legislativo. De hecho, ha trascendido que es el legislador de más confianza del gobernador electo, por encima de Feliciano Castro Meléndrez, coordinador de la bancada morenista y presidente de la Junta de Coordinación Política.
El nombre de Ambrocio Chávez fue muy mencionado para ser el coordinador del Grupo Parlamentario, pero al final se eligió a Feliciano Castro, por lo que no hay que perderlo de vista por si se presenta algún cambio en la fracción morenista en el Congreso del Estado.
Y finalmente, Rubén Rocha volvió a hablar sobre la «salida amistosa» de Juan José Ríos Estavillo, la cual se ha prolongado más de la cuenta; y desde hace seis semanas esperan su renuncia por escrito en el Congreso del Estado, pero esta no se ha dado.
Los planes iniciales eran que en este mismo mes renunciara, para que el Consejo Estatal de Seguridad Pública iniciara con el proceso de elección del nuevo fiscal, para que fue electo por los diputados locales antes del 1 de noviembre, día de inicio de la nueva administración estatal.
Pero algo sucedió, y eso se puede percibir en las palabras utilizadas por Rocha Moya en esta ocasión: «Eso de andar nombrando fiscales en el país vino una ola así de nombrar fiscales para que fueran más allá de los términos constitucionales de un gobernante».
Hay dos líneas que se pueden leer en este caso: ¿Juan José Ríos Estavillo se niega a renunciar y defenderá su derecho de mantenerse en el cargo hasta el 17 de marzo de 2024? o ¿Está vendiendo cara su renuncia como fiscal?
Se supone que había un acuerdo entre amigos para que se diera la renovación sin problemas, pero algo ha cambiado, al menos eso se percibe.