¡Focos rojos en Navolato!, Margoth Urrea exhibe falta de preparación y de oficio político

COLUMNA EN LA MIRA

El municipio de Navolato vivió dos hechos históricos este lunes 1 de Noviembre de 2021. Margoth Urrea Pérez se convirtió en la primera presidenta municipal electa por el pueblo; pero no le bastó con eso, y en su primer día de mandato, pasó a la historia como la primera alcaldesa que en su primera sesión de Cabildo no pudo someter a votación sus propuestas de secretario y tesorero, ni tampoco las comisiones, a pesar de tener mayoría.

Al conducir su primera sesión de Cabildo, Urrea Pérez lució titubeante, muy nerviosa y sin idea de los procesos legislativos, a pesar de que fue regidora. ¿Qué hizo en estos cinco meses después de la elección? Se transformó el cuerpo con cirugías plásticas y se mantuvo hermética en todo este tiempo, no anunció a su gabinete como lo hicieron los demás, ni los regidores saben quiénes serán el secretario y tesorero municipal, que ayer pretendía que se le aprobaran ambos nombramientos.

Pero los pasistas y la priista Ivette Valenzuela solicitaron posponer esos puntos para otra sesión, ya que no habían recibido Información a tiempo para conocer si ambas personas cumplen con el perfil y tienen que experiencia para el cargo. Y lo mismo ocurrió con la conformación de las comisiones.

Esto es una clara falta de oficio político, porque ni siquiera con los regidores del Partido Sinaloense dialogó, ni supo ponerse de acuerdo para evitar una ruptura con ellos, que fue muy evidente en la primera sesión de Cabildo. Esto puede ser un fuerte dolor de cabeza, ya que perdería la mayoría sin los tres pasistas.

Además, la regidora Ivette Valenzuela demostró que será una fuerte oposición en todas las decisiones que se tomen, y ayer no dudó en subirse al ring para exponer sus inconformidades con argumentos claros y contundentes.

Al final, los regidores le «reventaron» la sesión, y no le quedó de otra que convocar a otra sesión para el día de hoy, para que tengan un día para revisar los perfiles.

Pero si esto no había sido suficiente para Margot Urrea, en el último punto del orden del día, que para ella era prioritario -con tantas necesidades que tiene Navolato- también se le enredó la propuesta de cambiar la sede del Gobierno de la Unidad Administrativa recién inaugurada, y en la que se invirtieron 110 millones de pesos, al antiguo Palacio del Centro, que está muy deteriorado en su infraestructura.

Lo grave de esta decisión de la alcaldesa, es que la decisión la tomó con los sentimientos, sin un estudio técnico sobre el estado físico del viejo Palacio Municipal, ni una justificación sobre este cambio; y tampoco qué harán con ese inmueble que quedará en desuso.

En su primer día como presidenta municipal, Margoth Urrea inició con la transformación en Navolato. Al convertir a un costoso y funcional inmueble en un elefante blanco.

Durante la discusión de este tema, la regidora Ivette Valenzuela propuso posponer la votación este tema, porque carecían de información y de una justificación clara del motivo del cambio, y tampoco se tiene un plan sobre qué harán con un inmueble que costó muchos millones y que ahora quedará como elefante blanco.

Incluso, los regidores pidieron a la alcaldesa que les mostraran las escrituras del edificio, para conocer si en verdad era propiedad del Gobierno municipal.

La idea de la alcaldesa es rentárselo al Gobierno del estado, para que se convierta en una Unidad de Servicios Estatales, pero falta esperar si lo aceptará Rubén Rocha; de lo contrario, será un costoso elefante blanco.

Uno de los asesores de Urrea Pérez, quien le habló en todo momento al oído para decirle paso por paso todo lo que tenía que decir y hacer durante la sesión, le dijo que pidiera un receso de dos horas para que los regidores salieran de dudas.

Y como parte de la «transformación», dos horas después, los ediles del PAN, Omar Quevedo Beltrán; de Movimiento Ciudadano, Aarón Hernán Aldana Castro; y del PT, Magdalena Ramírez Esqueda, votaron a favor de cambiar de edificio.

Muy mal inició Margoth Urrea su mandato como alcaldesa de Navolato, porque su falta de oficio político, preparación e inexperiencia, y la cerrazón con la que se ha conducido en estos últimos meses, serán un fuerte dolor de cabeza para ella, y una pesadilla para el pueblo navolatense.

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