Morena vs PAS: Lucha de poder en los Ayuntamientos

COLUMNA EN LA MIRA

La falta de oficio político y la cerrazón para dialogar y negociar de las presidentas y presidentes municipales en Navolato, Mocorito, Guasave y Mazatlán, provocó la rebelión de los regidores, quienes «reventaron» las primeras sesiones de Cabildo, e impidieron los nombramientos de los secretarios y tesoreros, así como de las comisiones.

Estos cuatro municipios fueron ganador por la alianza Morena – PAS, pero a pesar de tener mayoría en los Cabildos, los alcaldes no fueron capaces de sacar adelante estos puntos, que normalmente son un mero trámite.

Lo ocurrido en Navolato fue bastante grave, ya que además de la falta de apertura de la alcaldesa Margoth Urrea Pérez, quien todavía no conoce las reuniones de Concertación Política para discutir y acordar los temas en Cabildo, ayer dio muestras de autoritarismo e intolerancia, sumados a su falta de oficio político, inexperiencia e incapacidad para conducir una sesión.

Durante la discusión del dictamen sobre la conformación de las comisiones, en varias ocasiones interrumpió a la regidora Ivette Valenzuela Ramírez, para intentar callarla, porque ya se había pasado del tiempo, el cual jamás se lo especificó.  Y además, dio muestra que es incapaz de debatir, porque en las dos sesiones, no ha respondido para explicar y tratar de convencer a los regidores para que la apoyen con su voto; eso lo hace en lo «oscurito».

Pero algo que llama fuertemente la atención, que Urrea Pérez se presume como la primera mujer en Navolato que ha sido electa por el pueblo como presidenta municipal, lo cual es algo histórico; y que en sus primeras acciones, sea acusada por la regidora Valenzuela Ramírez de discriminación y de cometer violencia política contra ella, en el reparto de las comisiones.

Además, Margoth Urrea tendrá en contra a los regidores del PAS cada que les incumpla con algo; ya sucedió con las comisiones y le votaron todo en contra en la primera sesión de Cabildo; por lo que tuvo que ceder, y ayer recuperó a sus aliados. Ahora vienen los nombramientos de funcionarios, lo cual ha demorado bastante, generando una ingobernabilidad en este arranque de administración.

En Mocorito, la presidenta municipal, María Elizalde, todavía no calentaba la silla cuando le dio la espalda al partido que la postuló a ella y dos veces a su esposo Jesús Guillermo Galindo, por lo que los pasistas le votaron en contra la propuesta de secretario, tesorero y oficial mayor. La alcaldesa tuvo que convocar a una segunda sesión de Cabildo, donde a penas logró la aprobación, pero se salieron del salón el síndico procurador y los ediles de oposición, y la dejaron sola con tres regidores. Esto a penas inicia.

En Guasave, el alcalde Martín Ahumada sufrió de la rebelión de los regidores de su propio partido Morena, lo que se entiende como un «fuego amigo», por parte de la exalcaldesa Aurelia Leal, en respuesta a que le reprobaron su cuenta pública del año 2019 en el Congreso del Estado. Esto obligo al presidente municipal a negociar con el PRI y PAN, quienes votaron a favor y así logró sacar adelante los nombramientos de secretario y tesorero.

Pero en donde la situación está muy candente es en Mazatlán, donde el alcalde Luis Guillermo Benítez está sobre la lona, y no ha podido nombrar a su secretario, tesorero y oficial mayor. El Químico Benítez está pagando caro su traición al PAS, que lo postuló para que buscara la reelección, por negarse a cumplir con el reparto de cargos y direcciones a los pasistas.

Ni en sus peores pesadillas, El Químico se imaginó que estaría pasando por esta situación, y lo tienen arrinconado, y de seguir con esa soberbia cerrazón, no dudo usted que lo podrán de rodilla, ¿Cuánto tiempo soportará esta presión del PAS?. Se viene una grave crisis de ingobernabilidad en Mazatlán.

Esto sin duda enciende los focos rojos en el tercer piso en el Palacio de Gobierno, pero son temas que deben atender y resolver los propios presidentes municipales; y esto se arregla negociando y haciendo equipo con sus aliados.