Rubén Rocha y Quirino Ordaz; el fin de la luna de miel

COLUMNA EN LA MIRA

A penas concluyó el mes de aclaraciones del proceso entrega recepción entre la administración saliente y entrante en el Gobierno del Estado, y el discurso del gobernador Rubén Rocha Moya cambió drásticamente, y es que ya se dio cuenta de todo el caos financiero que le heredaron, y que les complicó el cierre del año.

De acuerdo con lo expresado por el mandatario estatal, le dejaron un déficit de 2 mil 600 millones de pesos, que fue documentado ante el Gobierno federal, y es el recurso que esperan recibir antes de que termine el año. Lo grave de este tema es que se desconoce en qué se gastó ese recurso. ¿Dónde quedaron esos recursos?, ¿En qué se gastaron?, Solamente Quirino Ordaz lo sabe por el momento.

Todo esto ha obligado al Gobierno estatal a solicitar créditos a corto plazo, que inicialmente se pensaban en 600 millones, luego 800, pero resulta que no les alcanzaría para cubrir con todas las obligaciones laborales con los trabajadores del Estado, y esto, sin tomar en cuenta el asunto de las proveedurías.

Vaya lío que se vive en el Gobierno del Estado de Sinaloa por la falta de recursos, y es que el «guardadito» que tanto dijo Quirino Ordaz, simplemente no lo encontraron, y no dejaron dinero para pagar los aguinaldos; que serán pagados el miércoles 15 de diciembre, con los créditos bancarios.

Esto obligó a Rocha Moya a viajar hoy a la Ciudad de México, en busca de una respuesta favorable de ese recurso extraordinario, y que sea por el monto solicitado, para poder cubrir el pago de los créditos y con todos los adeudos con proveedores.

El año pasado, el Gobierno estatal pagó los aguinaldos con recursos propios, y el 26 de diciembre del 2020 recibieron los apoyos federales. «El déficit que se presentó el año pasado no era tal, ahora sí está el déficit», expresó Rocha.

Son muchas las deudas y anomalías que han detectado, sobre todo con la entrega de plazas laborales a trabajadores de la salud; y a esto hay que sumarle el conflicto que tienen los transportistas con los créditos para los camiones Puro Sinaloa, permisos de alcoholes irregulares; y obras que fueron liquidadas pero no se han terminado, más las que no se pagaron; y todo será revisados por las instancias que le correspondan.

Las expresiones corporales y verbales que ha hecho el gobernador al hablar sobre el tema, son una muestra de molestia por la situación financiera que recibió de parte de Quirino; y aunque se mantiene la postura de no investigarlo, deja todo en manos de la Auditoría Superior del Estado y el Congreso del Estado, en la revisión de las cuentas públicas.

Todo esto le mete ruido al proceso que lleva a cabo Quirino Ordaz, para ocupar la embajada de México en España, que está en la espera del beneplácito del Gobierno español; además del escándalo por haber acudido a la boda «fifí» de Santiago Nieto; hay que esperar que el presidente Andrés Manuel López Obrador no cambie de opinión. Esto a penas inicia.