COLUMNA EN LA MIRA
El Congreso del Estado vivió ayer la sesión más álgida de lo que va de la 64 Legislatura, pero no fue por diferencias entre los grupos políticos representados en el Poder Legislativo, sino por un encontronazo entre morenistas: Jesús Estrada Ferreiro, diputados locales el gobernador Rubén Rocha Moya.
Esta situación no es nueva, la novedad es el nuevo frente que el alcalde de Culiacán acaba de abril, al pelearse con el Legislativo y Ejecutivo del Estado, que son de su mismo partido, y con quienes hace ocho andaba agarrado de las manos.
En un hecho que muy pocas veces sucede, tres alcaldes: Gerardo Vargas, de Ahome; Martín Ahumada, de Guasave; y Jesús Estrada, de Culiacán, subieron a tribuna para la discusión de los dictámenes que establecen los valores unitarios del suelo y de las construcciones; los primeros dos hablaron a favor de apoyar al pueblo, con un 2.5 por ciento de aumento al predial para quienes menos tienen, y hasta un 4 por ciento a los más ricos; y coincidieron en que es necesario mejorar la recaudación y ampliar la base de contribuyentes, para no afectar más a los mismos de siempre.
Pero Estrada Ferreiro no correspondió a la cortesía política que recibió por los diputados locales, que cumplieron con la Ley Orgánica del Congreso del Estado, al permitir que con voz, pero sin voto, el presidente municipal subiera a tribuna para defender su postura y tratar de convencer a los diputados para que aprobaran un incremento del 6 por ciento.
Fueron 34 minutos, en los que Don Jesús Estrada arremetió contra los legisladores morenistas, a quienes acusó de traidores al pueblo y al presidente Andrés Manuel López Obrador; les pidió que votaran a conciencia y no como «borreguitos», y les pidió que no cargaran con la bandera de la demagogia y de la Cuarta Transformación, porque se les llena la boca al decir primero los pobres.
De ese nivel fueron las palabras del alcalde de la capital sinaloense, quien también se le con todo al gobernador Rubén Rocha Moya, a quien acusó de ser quien dio la orden al Congreso del Estado, para que no dejaran entrar a sus 40 funcionarios al Palacio Legislativo. Así como, de pedirle públicamente que devuelva los estímulos fiscales de los Ceprofies, con lo que sólo beneficiaría a los ricos.
Y es que por acuerdo de la Junta de Coordinación Política, el acceso al salón de sesiones es limitado, como parte de las medidas del Covid-19, y aún así, permitieron que entraran 8 de los colaboradores del presidente municipal.
Y ya entrado en reparto de señalamientos, Vargas Landeros y Ahumada Quintero también se llevaron su parte, al manifestarse a favor de los porcentajes acordadas para la actualización del predial.
Ante la acusación de traidores a la Cuarta Transformación, en la misma discusión, los legisladores Adolfo Beltrán Corrales, del PAN; y Serapio Vargas Ramírez, de Morena, le respondieron a Estrada Ferreiro que el traidor al pueblo era él, por querer aumentar el predial en 6 por ciento.
Pero el alcalde no tuvo la cortesía política de quedarse a escuchar a los legisladores, sólo lo hizo con Jesús Ibarra, de Morena; y Celia Jáuregui, de Movimiento Ciudadano, el primero fue muy institucional y sin acusaciones; la segunda con una crítica sutil; pero Estrada Ferreiro sabía que Adolfo y Serapio se le irían con todo, así que mejor se retiró.
En su intervención, Beltrán Corrales comparó a Jesús Estrada con el presidente municipal San Pedro de los Saguaros, Juan Vargas «Varguitas» de la película La Ley de Herodes, quien con la Constitución en la mano, emprendió una política recaudadora abusiva, en un municipio con pobreza extrema. El panista defendió a sus compañeros morenistas y sostuvo que el traidor de las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador y del Gobierno de la Cuarta Transformación era Estrada Ferreiro.
Y para cerrar la discusión, Serapio Vargas le advirtió al alcalde que, todos los partidos representados en el Congreso, formaron un escudo protector para cuidar a los habitantes de Culiacán de los traidores como Estrada Ferreiro, que pretenden hacerle daño con sus objetivos perversos.
Por la noche, hasta el gobernador Rubén Rocha le respondió al presidente municipal, y respondió que las acusaciones que le había hecho en su contra, eran una tontera; y que a pesar de que él hizo las pases por Estrada, este no tiene pases, ni nada, y que se desfigura mucho.
Jesús Estrada ha vuelvo a caer en las confrontaciones, que nada bueno le va generar, se está quedando solo y aislado, y enemistado con un gobernador de su partido, en el segundo mes de su sexenio.
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