Por abusones, vendían gasolina en 30 pesos el litro; Profeco clausura gasolineras

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) impuso sellos de suspensión a dos gasolineras de la franquicia Shell, ubicadas, una, en la alcaldía Miguel Hidalgo, de la Ciudad de México, y la otra en Naucalpan, Estado de México, por diversas irregularidades.

En atención a denuncias de consumidores, la Profeco realizó un operativo conjunto con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).

Las estaciones de servicio sancionadas son las siguientes:

Número de permiso PL/1444/EXP/ES/2015, ubicada en Avenida Ejército Nacional No. 125, colonia Verónica Anzures, alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad México.

Número de permiso PL/2110/EXP/ES/2015, de Boulevard Manuel Ávila Camacho No. 105, colonia Fraccionamiento Industrial Alce Blanco, en Naucalpan de Juárez, Estado de México.

En la visita de verificación a la gasolinera de Miguel Hidalgo se detectaron diversas irregularidades en materia electrónica, por lo que se le inmovilizaron sus 20 instrumentos de despacho.

Por su parte, la ASEA y la CRE clausuraron la estación de servicio por incumplimiento en materia de impacto ambiental para realizar la actividad, en el caso de la primera; y por incumplimiento en las obligaciones del permisionario, en la segunda.

La de Naucalpan presentó irregularidades en materia electrónica y alteraciones en medidores. La Profeco le inmovilizó los 24 instrumentos de despacho de combustibles con los que cuenta.

Como la de la Ciudad de México, en este caso la ASEA y la CRE también la clausuraron.

Las tres autoridades iniciaron el procedimiento administrativo correspondiente.

El procurador Ricardo Sheffield Padilla afirmó que las estaciones señaladas «se pasaron de rosca» al incumplir con algunos aspectos de la normatividad, en perjuicio de los consumidores.

Añadió que los propietarios de los establecimientos mencionados podrán hacer lo que a su derecho convenga.

Cabe aclarar que la verificación y suspensión de las gasolineras no obedece a los precios que estaban ofertando, sino a otros incumplimientos que han quedado asentados en el acta de la diligencia.