Columna El Cambalache
Por Estefanía López
Todos actúan por su conveniencia, pero las cosas cambian y mucho, cuando el objetivo ya no es el otro, sino uno mismo.
Ya han transcurrido varias semanas desde que, el SNTE 27 se pronunció en contra de ciertas voluntades y acciones de la nueva administración educativa del gobierno estatal y se plantó en forma de protesta y decididamente en las instalaciones de la Sepyc.
Han sido semanas de vas y vienes entre el dirigente del SNTE 27 y el gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya. Entre los maestros simpatizantes del SNTE con los simpatizantes de la CNTE. Unos liderados por Genaro Torrecillas y otros liderados por Carlos Rea Camacho.
Sin duda, los desbarates por el control del magisterio y la educación pública es algo que no debe suceder. Sin embargo, sabemos cómo funciona esto y han sido años y años en los que el magisterio ha sido la pelota de cancha de quienes ostentan el poder.
Una elección anticipada al cambio de gobierno del estado, fue lo que no favoreció a Rocha Moya. No pudo poner a su dirigente estatal o simpatizante sindical, en este caso, Carlos Rea y aunque se pronunció ajeno a la vida interna del SNTE, sus funcionarios de SEPYC no pueden decir lo mismo.
Caso del exdiputado, Horacio Lora Oliva, hoy subsecretario de Educación Básica y de ideales de coordinadora (CNTE) de corazón y alma.
Tal vez el gobernador se manifieste neutral ante la problemática del SNTE y su administración, pero el actuar de sus subordinados es claro, tienen hambre de venganza, tiene compromisos que cumplir y tienen gente a quien acomodar y quedar bien para mantener a sus seguidores de CNTE y seguir fortaleciendo su agrupación sindical.
Ahora, el gobernador se ha manifestado neutral públicamente pero su respuesta para la solución de la problemática ha sido tardía y esto, no puede ser otra cosa más que por conveniencia.
Y es que, aquí ya no se trata de que quien es el malo o quien el bueno, de cuál es la agrupación magisterial más legítima el SNTE o la CNTE. Aquí los papeles han cambiado, tenemos un gobierno de coordinadora y una fuerza sindical naranja que está dispuesta a parar labores una semana completa en forma de protesta.
Un gobierno de coordinadora que se muestra cerrado a establecer acuerdo y está peleando el control y poder del magisterio con un SNTE que ha recurrido a la protesta al estilo casi de Coordinadora para exigir sus demandas.
Los papeles están cambiados y cada quien va a actuar a su conveniencia como muchos años lo hizo la CNTE pero que lamentablemente, esta no llegó al poder como lo hizo Morena en los diferentes niveles de gobierno.
El gobernador no va permitir que su brazo se doble ante el sindicato “de los pasados gobiernos”. La SNTE aún se muestra bastante fuerte como para convocar un paro laboral masivo y apechugar a la SEPyC hasta el cuello. Y la CNTE, en Sinaloa, pues es todo lo contrario, existe, pero no apechuga.
Apenas que, se haga una operación “popote” al interior del SNTE y como lo están haciendo con el PAS, apenas así podría echar abajo la oposición. Y eso hasta ahorita, se ve difícil, entonces no queda más que negociar y ceder los espacios que están en discusión. Y con los brazos cruzados, esperar a que vuelvan las elecciones sindicales del SNTE para ver si ahora si pueden ganarla… porque todo parece indicar, que ahorita ya se amolaron.