¿Por qué Rocha hizo alianza con Cuén?, ¿necesitaba operación territorial para ganar la elección a gobernador?, ¿el control de la UAS a favor de Cuén?, ¿sino había alianza, Cuén se vería en peligro?, ¿si no había alianza, la UAS se habría dividido?, ¿imposición de Mario Delgado, porque el PAS le ayudó a AMLO a ganar la Presidencia de la República? Una gran negociación hubo de por medio y mucho se ha hablado y debatido al respecto, «chairos», no chairos, pasistas, morenistas, los de derecha, los de oposición, todos han filosofado sobre este tema, alguna vez en la mesa.
Sin duda, pocos sabemos con exactitud o con total veracidad cuáles fueron las verdaderas motivaciones o intereses que lograron el pacto entre el ahora gobernador, Rubén Rocha y el PAS.
Lo que sí y muchos concluyen es que, Cuén fue el gran perdedor de tal alianza y que, como siempre, el gobernado ser iba a salir con la suya. Como dicen, LO QUE NO FUE, NUNCA SERÁ y la alianza PAS – Rocha, nunca fue alianza, sino sólo fue una operación maestra de Rocha, para hacer lo que hoy hace, mantener el control. Pero bueno, eso es lo que hacen los gobernadores, ¿no?.
El beneficio inicial de Cuén era sobrevivir a una elección más, ganar más diputaciones, que Morena no le declarara la guerra, ni a él, ni a la UAS, y continuar unos tres años más en el control de su partido, sin que este desapareciera.
Pero, este beneficio no duraría mucho y Cuén tal vez sí lo previó, pero se creyó más astuto… o más bien, ya no le quedo de otra más que enterrar su propia tumba. No fue más astuto que Rocha, quien ahora está operando una debilitación del PAS que, de seguro no acaba en las dos alcaldesas y los dos diputados locales, que se han separado del Partido Sinaloense. Sino que, va por más, según dicen los morenos.
En mi joven perspectiva de la política, si me sorprende la manera en que, Rubén Rocha Moya ha sacado sus mejores jugadas. Correr el riesgo de que, sus morenistas no se tomaran tan bien la alianza con Cuén, que tenía su costo, pero él sabía que podía más el “interés”. Los que estaban se quedaron, aún en contra de sus ideales, aun contradiciendo sus luchas y sus discursos. Los rebeldes que se oponían a la alianza, ahí siguen. En las alcaldías, diputaciones federales y locales. A todos logró tener en su mano.
Y lo hará con los pasistas, a excepción de los fieles a Cuén y que ahora, están tratando de proteger al máximo la estabilidad del PAS, como el caso de Gene René Bojórquez. Pero de los demás, no se puede esperar mucho, todos de seguro, tienen su lado por donde llegarles.
Veo a un gobernador fortalecido. La crítica inicial de que los personajes de su partido no lo apoyaban, quedó atrás y ahora, está mostrando sus mejores garras, sólo era cuestión de esperar el momento indicado.
Lo triste de esto, es darse cuenta que no hay otra forma de llegar al Gobierno, sin operaciones maléficas, sin los de enfrente como aliados. En este caso, sin los priistas, pasistas y morenistas rebeldes del lado del gobernador.
Rocha es un gobernador más, hay que aceptarlo, así funciona la política, lástima que la ciudadanía no se percate de ello y siga imaginando que, el mejor funcionamiento de un estado depende de un hombre que sería el héroe de nuestra historia.
Pero bueno, aquí lo importante es que independientemente de eso, Rubén Rocha Moya y su gabinete ponga manos a la obra, se ponga trabajar, en vez de estar preocupado por “debilitar a Cuén”, por no decir otra palabra.
Seguimos esperando que las secretarías emprendan programas, que genere estabilidad en el magisterio, que se note un cambio en la atención al ciudadano, que veamos en las calles a gente del estado trabajando, no tratando de arreglar todo el desorden político que su “conveniencia” a generado.
Rocha no es nuestro héroe de la 4T, démosle la bienvenida a un gobernador MÁS, que al final, buscará salvar su propio pellejo, después de lograr proteger a los suyos. ¿Suena familiar? Pues si, acaba de pasar en el Gobierno anterior.