Kane Tanaka, mujer japonesa certificada como la persona más longeva del mundo, murió el pasado martes a los 119 años.
La anciana murió en un hospital en la ciudad de Fukuoka, la cual nunca reveló su secreto para vivir tanto, salvo levantarse siempre a las 6 am.
Recientemente había sido “hospitalizada y dada de alta repetidamente”, según publicó su familia en un tuit, pero que todavía disfrutaba de chocolate y bebidas gaseosas, sus comidas favoritas.
Sus familiares la citaron diciendo: “Pude llegar tan lejos con el apoyo de muchas personas. Espero que continúen divirtiéndose, [y siendo] alegres y enérgicos”.