Rusia decidió cortar el gas natural a Polonia y Bulgaria, quienes se encuentran defendiendo a Kyiv, amenazando detener el envío a más países de la Unión Europea.
Estados Unidos y otros aliados prometieron enviar a Ucrania material militar de mejor calidad, por lo que el Kremlin utilizó su exportación de gas como medida de control.
Los precios del gas europeo se dispararon con la noticia, que la presidenta de la Comisión Europea describió como un intento de “chantaje”.
Gazprom, empresa controlada por el gobierno ruso dijo que había cortado las entregas de gas natural a Polonia y Bulgaria porque se habían negado a pagar en rublos rusos.