China reiteró sus amenazas militares contra Taiwán luego de aparentemente relajar sus medidas bélicas cerca de la isla que el gobierno de Beijing reclama como suyo.
Las medidas de China interrumpieron vuelos y transporte marítimo en una región clave para el suministro global, lo cual granjeo la condena de Estados Unidos y Japón.
El gobierno“trabajará con la mayor sinceridad y hará todo lo posible para lograr la reunificación pacífica”, afirmó Beijing en un comunicado.
“Pero no renunciaremos al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias. Esto es para protegernos de la interferencia externa y de todas las actividades separatistas”.
“Siempre estaremos dispuestos a responder con el uso de la fuerza u otros medios necesarios a la injerencia de fuerzas externas o a la acción radical de elementos separatistas. Nuestro objetivo último es garantizar las perspectivas de una reunificación pacífica de China y avanzar en este proceso”.