Fue en el estadio de Lusail donde México y Argentina se enfrentaron en un partido que estaba lleno de tensión y de expectativas altas para ambos equipos.
México venía de un empate a ceros contra Polonia, mientras que los sudamericanos venían de una derrota frente a Arabia Saudita.
El tricolor dio su justa batalla durante el primer tiempo, acción que no pudo traducir en goles.
La primera anotación llego en el minuto 64 formado por Lionel Messi, dandole aire a una selección argentina que de verse derrotada abandonaría el mundial.
En el 87 quedó escrita la sentencia de México, con una segunda anotación por parte de Fernández que terminó de sellar la derrota del conjunto azteca.