De forma repentina, el Ángel de la Independencia y sus zonas aledañas se convirtieron en la central de autobuses más grande de todo México con la llegada de cientos de camiones, transporte público y demás unidades, de las cuales desembarcaron miles de personas para marchar al lado del presidente López Obrador.
De todos los estados del país y desde las cinco de la mañana, el sector se fue llenando de las personas que bajaban de las unidades que no paraban de llegar.
Al lugar arribó una banda de música sinaloense y decenas, sino cientos de puestos ambulantes para cubrir las necesidades alimenticias de la gente.
Varios elementos de la policía dirigían a los recién desembarcados de los vehículos para ubicarlos fuera de la calle y no ocasionar mayor tráfico.