“Ovidio Guzmán López es un miembro de alto rango del cártel de Sinaloa e hijo del ex líder del mismo, Joaquín Guzmán Loera” y estableció que “Ovidio y su hermano, Joaquín Guzmán López, desempeñan funciones de mando y control de alto nivel en su propia organización de tráfico de drogas”, informó en diciembre del 2021 el el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Afirmando que “los hermanos Guzmán-López comenzaron temprano sus carreras de narcotraficantes al heredar las relaciones de su hermano fallecido, Edgar Guzmán López.»
“Después de la muerte de Edgar, Ovidio y Joaquín heredaron una gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de mariguana en México y cocaína en Colombia. También comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina”.
Tanto Ovidio como sus hermanos, según los reportes estadounidenses “actualmente supervisan aproximadamente once laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa que producen un estimado de 3 mil a 5 mil libras de metanfetamina por mes. La metanfetamina se vende al por mayor a otros miembros de Sinaloa ya distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá. Otra información indica que Ovidio Guzmán López ha ordenado el asesinato de informantes, un narcotraficante y un popular cantante mexicano que se había negado a cantar en su boda”.