Genaro García Luna era ya un hombre que realizaba favores a El Chapo cuando el narcotraficante fue apresado en 1993 en Guatemala.
“Fueron dos millones de dólares los que Ismael Zambada García y Rafael Caro Quintero entregaron a García Luna para que se respetara la vida de ‘El Chapo’, para que no fuera golpeado y para garantizarle un lugar seguro en cualquiera que fuera la prisión a la que fuera enviado”, comentó el narcotraficante José Luis Reyna, esto revelado en el libro «El Licenciado» de J. Jesús Lemus.
Dámaso López Nuñez y Jesús Zambada García, alias “El Rey” fueron quienes negociaron dichos tratos con García Luna.
García Luna y Luis Cárdenas Palomino fueron de los pocos funcionarios que pudieron visitar al capo en los separos del penal de máxima seguridad de Almoloya
El Chapo habría pedido privilegios para pasar su estancia en la cárcel de forma más placentera.
Guzmán habría ofrecido un pago mensual de 100 mil dólares a funcionarios para que se le concediera una celda sólo para él, una televisión, un área de protección, comunicación permanente con el exterior y escoger él mismo a los custodios encargados de su vigilancia.
Lo que García Luna no pudo otorgarle al capo fue la posibilidad de asignarlo de inmediado a la cárcel de Puente Grande.