La gigafábrica de Tesla que se construirá en México con una inversión de 5 mil millones de dólares, podría cambiar el panorama automotriz del país.
No obstante, aunque esta decisión pondría a México en el mapa como centro de producción de vehículos eléctricos, para muchos mexicanos estos autos siguen siendo inaccesibles por su elevado costo y la escasez de estaciones de carga en gran parte del territorio.
El gobierno de México ha hecho de la producción de combustibles fósiles su prioridad, lo que ha dejado en segundo plano la inversión en fuentes de energía renovable. No obstante, el país también tiene grandes ambiciones para impulsar la venta de vehículos eléctricos, en un intento por cumplir con el objetivo de que la mitad de los autos vendidos sean eléctricos para 2030.
Aunque General Motors Co, Ford Motor Co, BMW, Audi de Volkswagen y el fabricante local Zacua también producen o planean producir autos eléctricos en el país, estos solo representaron el 0.5% de las ventas nacionales de automóviles en 2022, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
La falta de subsidios para compradores, el alto costo para instalar dispositivos de carga en los hogares y la escasez de estaciones de carga públicas son algunos de los obstáculos que impiden la llegada masiva de vehículos eléctricos en el país. Aunque México cuenta con alrededor de 1,100 puntos de carga a nivel nacional, la mayoría se encuentran en la capital y otras ciudades importantes.