Los líderes charros del SNTE tienen los días contados

COLUMNA EN LA MIRA

La pandemia por el Covid-19 ha dejado grandes pérdidas en la sociedad sinaloense, con más de 71 mil contagiados, 8 mil 494 fallecimientos, miles de empleo perdidos, y cientos de empresas y comercios que tuvieron que cerrar definitivamente; pero para algunos significó grandes beneficios, como a los dirigentes de las secciones 27 y 53 del SNTE, Edén Inzunza Bernal y José Fernando Sandoval Angulo, quienes están por cumplir dos años extras en sus cargos.

Por muchos meses, los maestros sindicalizados aceptaron que sus dirigentes permanecieran más tiempo al frente de la sección sindical, pero nunca se imaginaron que se prolongaría por más de 20 meses, y que no vean intenciones de lanzar las convocatorias para renovar los comités directivos.

En el caso del SNTE 53, la contienda luce más intensa, con dos grupos muy fuertes, uno que busca conservar el poder y otro derrocarlo, para darle nuevos aires a la base trabajadora.

Daniel Amador Gaxiola, ha mantenido el control de esta sección sindical, desde el periodo 1995-1998, en el que fue secretario general, y desde entonces, él decide quien será el dirigente, y no ha permitido que la oposición registre una planilla para competir.

Durante el tiempo de su cacicazgo en el SNTE 53, Amador Gaxiola ha amasado una fortuna y ocupado muchos cargos públicos y de elección, como presidente municipal de Elota, y diputado local, legislador federal y senador, todos por el Partido Revolucionario Institucional.

Como cabeza de un grupo hegemónico que no ha dejado el poder en el sindicato, el secretario general en turno se convierte en su sirviente, y responde a sus órdenes, todo para mantener el control para su beneficio personal y político.

Por muchos años, los opositores ni siquiera han podido competir, por la falta de fuerza y organización, pero tantos abusos cometidos y el abandono de la base magisterial, ha permitido la creación y crecimiento de movimientos al interior del SNTE 53, que han decidido unirse en uno solo, al que denominaron Convergencia 53, con el objetivo de cambiar a la dirigencia y darle un nuevo rumbo al sindicato, donde los maestros sean escuchados y atendidos, y que se empoderen para tener mejores condiciones laborales.

En los tiempos actuales, de la Cuarta Transformación, con un PRI en terapia intensiva en etapa terminal, los cacicazgos sindicales y líderes charros no tienen cabida, uno a uno han caído, y ya le llegó el tiempo a Daniel Amador y y su grupo.

Todavía no hay fecha para que se emita la convocatoria, pero desde Sinaloa los maestros han levantado la voz para exigirle al Comité Ejecutivo Nacional del SNTE que renueve la dirigencia de la sección 53, o bien, designe a un Comité de Transición, que se encargue de organizar las elecciones en este mismo año.

Por primera vez en la historia, la oposición luce fuerte y organizada, y podrán registrar una planilla para competir, y con amplias posibilidades de triunfo, por el hartazgo que hay entre la base magisterial, por el abandono que han tenido de su líder Fernando Sandoval durante la pandemia.

Y luego de 20 meses adicionales del periodo de Sandoval Angulo, unas elecciones, una Consulta Popular, estar en semáforo verde y con casi el 80 por ciento de la población con esquema completo de vacunación contra el Covid-19, hay condiciones para renovar el Comité Directivo de la sección 53 del SNTE.

Por eso, Daniel Amador y Fernando Sandoval tienen los días contados al frente del SNTE 53, pero para lograrlo, será fundamental que la oposición se mantenga unida, activa, cercana a toda la base, que escuche las demandas, y que no pierda el objetivo principal, que es darle un nuevo rumbo al sindicato.