Columna Rumbo Político
Por Ulises Milán
Mazatlán, Sinaloa.- Muy buen día estimados lectores, de nueva cuenta aquí estoy escribiendo para ustedes y deseándoles como siempre que cumplan todos los sueños y metas en su vida. ¡LES MANDO UN ABRAZO, ANIMO!
Hoy en día se sigue viendo en las redes sociales principalmente, no un debate; pero si una manifestación de ideas sobre lo que significa la “Revocación de Mandato”.
Primero, hay que contextualizar sobre el ¿Por qué? se desea hacer esta actividad consultiva a la sociedad.
Cabe decir que, desde 1836 en México ya había antecedentes acerca de querer implementar dicho instrumento jurídico que viene ampliar el debate público sobre el ejercicio del poder; y específicamente lo pudiera solicitar el Presidente de la República o un gobernador en turno.
En 1923 Rafael Nieto, gobernador de San Luis Potosí, presentó propuestas para que se llevase a cabo no solo la revocación de mandato, sino también se incluyera en la Constitución de dicho estado, el referéndum. Ambos son herramientas de lo que se conoce como democracia directa.
En el país, no se había visto un ejercicio así; y lo que conflictúa, es que el discurso se ha basado en lo que es sobre lo que quieren las mayorías; y definitivamente la oposición política que no se ha configurado con un proyecto alternativo; no tiene las mayorías.
Pero la revocación de mandato surge por la desconfianza del pueblo a la clase política y a los privilegios que estos han ido construyendo en el poder.
Lo más sano sería que ambas propuestas del ¿porqué no? Y el ¿Por qué sí? Para la votación a la revocación; debiese escuchar la población como un debate público, que viene a fortalecer la sabiduría colectiva e individual para quienes creen que “no hay sabiduría colectiva” o contextualizan un discurso basado en la institucionalidad que tiene su fortaleza en la democracia semi-directa.
En el país, hay diferentes válvulas de escape para que los ciudadanos en la vorágine social que viven, saquen esas inquietudes que solo en la boleta electoral depositan el día de una votación; y en este caso la revocación será una especie de válvula de escape para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Lo que dará un respiro a su gobierno debido a los vaivenes que golpean a Palacio Nacional.
La democracia en el país, se había fortalecido bastante con el sistema semi-directo; donde las instituciones eran el eje central de una forma de gobierno que dejó muchas puertas abiertas a la falta de mecanismos que alejaran la corrupción y fortalecieran el camino representativo entre los ciudadanos y la clase política. Pero ello, fue evidencia de un alejamiento y un déficit de representación de la sociedad que evolucionaba ante los embates del sistema político global y nacional que configuran fuerzas centrífugas de poder que se debaten hoy en una lucha mediática por el control del país.
Por otro lado, la “revocación de mandato” es un paso hacia adelante en la construcción de los canales democráticos hacia la sociedad; pero lamentablemente no se ha construido una narrativa sana y de proposición debido a que la oposición se encuentra enfrascada en una lucha intestina por sobrevivir a una ola de voluntad social que desplazó del poder a fuerzas políticas que no han podido construir precisamente una cercanía con los representados.
El contrato social que antes existía, caducó; e intentan volver a revivir ese viejo “imaginario” político sobre el “mejor camino para gobernar” bajo un sistema que no terminó de comprobar su eficacia ante los problemas sociales que acechan a la mayoría de los mexicanos y que dieron el voto al hoy partido en el poder.
Ante ello; la revocación de mandato debe ser vista como el control sobre el ejercicio del poder, y replantear sobre en ¿quién reside la soberanía?.
Entre las figuras van encontrar similitud con: referéndum, plebiscito, iniciativa popular, y revocación de mandato.
Como último, diré que una discusión sobre la geografía política en el país, arroja un mosaico de distintos matices donde la construcción de la federación y la república, también se ha hecho desde lo local y regional específicamente con los estados; quienes tienen antecedentes de emplear esta figura jurídica; y en una lucha de vaivenes del poder se muestra la resistencia de quienes ven desde un poder la voluntad popular y quienes ven una amenaza. Por ejemplo; podemos hablar de las resoluciones de la SCJN quienes han “bateado” esta figura en las entidades federativas y el porqué. Pero ese es otro tema.
“Aún es posible, solo si deseas que suceda”.
L.C.C Héctor Ulises Milán Guevara
- Gerente Ejecutivo de (USCADSIN) Unión de Sociedades Cooperativas y Actividades Diversas de Sinaloa y Nayarit
- Ex asesor de legisladores del PAN
- Columnista en medios digitales
- Integrante del Fondo de Agua y Cobalpre Comité Baluarte Presidio
- Integrante de COADES Confederación de Organizaciones Acuícolas del Estado de Sinaloa
- Integrante del Comité Sistema Producto Camarón de Cultivo del Estado de Sinaloa
- Fundador y presidente del proyecto Unidad Democrática Sinaloa El dialogo es contigo
- Juntos por la Libertad (Movimiento político ciudadano).
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