López Obrador informó que su administración, en sus propias palabras, mandó “al carajo” a los líderes charros en Pemex quienes querían conservar sus privilegios mediante negociaciones turbias con el gobierno.
Tal declaración llegó después de ser cuestionado por las múltiples inconformidades de sindicalistas en Pemex por presuntas violaciones al contrato del gremio, los cuales incluso amenazaron con ir a huelga.
“Básicamente, en el caso de Pemex, cuando llegamos, querían que se mantuviera el mismo sistema de privilegios a los dirigentes y a cambio tengo pruebas de lo que estoy diciendo- nos permitían, nos aceptaban los dirigentes de los trabajadores petroleros que aumentáramos la edad de jubilación. Y los mandamos al carajo. O sea, no les importaban los trabajadores, lo que querían era seguir manteniendo sus privilegios”, afirmó AMLO.
El presidente aseguró que los líderes sindicales ya no pueden repartir las plazas en dentro de la petrolera a su antojo, por lo que se muestran inconformes.
“De todas formas es cuestión de dialogar, pero si se llevan a cabo paros no es el mejor método, pues entonces tendríamos que informar por qué es esta inconformidad, y tenemos el compromiso de apoyar a los trabajadores y basificarlos gradualmente de acuerdo a nuestras posibilidades, y tenemos mucho que agradecerles a nuestros trabajadores de Pemex y a los electricistas porque gracias a ellos, nuestros técnicos, estamos rescatando estas dos empresas que los gobiernos anteriores estaban destruyendo con la complicidad de los dirigentes sindicales”.