China ha mantenido constantemente una política que ha sido llamada “cero-Covid”, la cual se traduce en una constante vigilancia y aislamiento de los ciudadanos para evitar la propagación del virus.
Dicha política ha golpeado duramente la economía, pero ha hecho que las industrias de la salud, tecnológicas y la construcción se disparen de forma significativa.
China gastó 52 mil millones de dólares, estos últimos 12 meses, en pruebas, nuevas instalaciones médicas, equipos de vigilancia y medidas extras contra el Covid, lo cual benefició a 3 mil empresas de forma significativa.
“En China, las empresas que proporcionan servicios de pruebas y otras industrias relacionadas están ganando mucho dinero debido a que el Gobierno se centra en un enfoque basado en la contención en la lucha contra la Covid-19“, dijo Yanzhong Huang, especialista en salud global en el Consejo de Relaciones Exteriores.
La meta de china es tener instalaciones para realizarse la prueba del Covid a una distancia de 15 minutos en cualquier lugar que se encuentre un ciudadano dentro de las mayores ciudades del país.