Columna El Cambalache
Por Estefanía López
Seguimos con el tema… Estrada Ferreiro tiene los días o las horas contadas. Por lo menos, todas las señales parecen indicarlo. La solicitud de desafuero del ahora alcalde con licencia, ya fue leída ante el pleno legislativo y se espera que pronto o más tardar el viernes se determine su desafuero para que la Fiscalía del Estado pueda proceder a enjuiciarlo por los delitos que lo acusa; abuso de autoridad y discriminación, desempeño irregular de la función pública y otros pocos.
Ahora viene lo bueno y lo tan esperado por la clase política morenista que, desde hace tiempo ya… han estado ansioso por morder la chuleta del Ayuntamiento de Culiacán. ¿Quién será el indicado? ¿Quién será capaz de alinearse al gobernador Rubén Rocha Moya y ser su súbdito? ¿Diputado? ¿Del gabinete estatal?
Por un lado, está el grupo de los soñadores y odiadores de Estrada Ferreiro que, casi utópicamente llegan a pensar que, en brevedad, ocuparán la silla del primer edil de la capital sinaloense.
Por otro lado, están los operadores, los realmente cercanos a Rocha Moya y que, aunque no quieran o lo deseen, tendrán que ocupar el cargo de presidente municipal si así lo mandatara el gobernador.
Siempre se ha hablado de los mismos personajes en la voz popular. En el común denominador de lo que todos opinan. Entre las mujeres, Graciela Dominguez es la primera. La actual secretaria de Educación que, de dejar la titularidad de la dependencia, la podría ceder al subsecretario Horacio Lora Oliva. El principal contrincante de la actual dirigencia sindical del 27 con el cual, Rubén Rocha Moya tal vez, mataría dos pájaros de un tiro al ver la posibilidad de hacer un esfuerzo más para controlar al sindicato de maestros ya que, en las pasadas elecciones sindicales no lo logró.
Pedro Villegas Lobo, el joven diputado que desde del día uno que tomó protesta en la pasada legislatura, se veía como alcalde de Culiacán. Es su deseo y ambición y por ello, ha hecho guerra mediática para atacar y criticar al alcalde. Aunque últimamente anda muy callado, talvez está esperando alguna señal de su líder político.
Entre los nuevos nombres están, el secretario general de Gobierno, Enrique Inzunza Cazares, aunque creemos que este personaje le es más útil al gobernador en el puesto que ya está. Podría ser alguien muy cercano a él y que será otro acomodado de su séquito de acomodados de familiares y de amigos.
Suenan otros; el secretario de Economía, Javier Gaxiola Coppel; el secretario de Administración, Enrique Diaz; y el diputado, Serapio Vargas.
O talvez, un pasista. Héctor Melesio Cuén Ojeda, es muy aprontado y no perdería la oportunidad de hacerle una propuesta al señor gobernador, con el fin de no verse más caído. Los dos chocolates que se tomaron ayer, seguro no fueron de oquis.
Sinceramente, debería llegar a la alcaldía de Culiacán, alguien nuevo. Ya basta de dimes y diretes que, muy probablemente no se acaben si nombran a un reciclado o acomodado. Que si bien, se alinearía al plan de trabajo del gobernador, la imagen no dejaría un buen sabor de boca al ser la representación del control político y de mandaderos de Rubén Rocha Moya.
Alguien con experiencia, algún activista no chairo. Alguien de la iniciativa privada, con algún equipo ya formado. Pudiera ser. En fin, ¿Quién más levanta la mano?