Columna El Cambalache
Por Estefanía López
Otro chiste más… ver la banda tocando en el Ayuntamiento de Culiacán por la despedida de Jesús Estrada Ferreiro fue otra prueba de la mediocridad que impera en la política actual sinaloense.
Cada vez es más lamentable constatar como el aparato gubernamental se pone a disposición a las conveniencias y disputas políticas. Los intereses del poder político mueven todo el aparato institucional con un solo objetivo, el hundir al indeseable, en este caso, a Jesús Estrada Ferreiro.
En cualquier otro tiempo o contexto político, Estrada ya hubiera renunciado a su cargo por su propio pie, después de algún ofrecimiento o amenazada que siempre quedaría en el secreto. O de resistirse, ya lo hubieran matado, bajo un escandalo mediático que nunca tendría respuesta verídica y clara sobre quien habría sido el culpable.
Ahora el contexto es diferente. Ahora “hacemos historia” y entre nuestros gobernantes se respeta la libertad de ideas y pensamiento y por ello, bajo la lupa pública vemos a nuestros representantes pelearse, echarse, desprotegerse y enfocarse en acabar uno con el otro.
Justo como pasó con Héctor Melesio Cuén Ojeda y justo como ha pasado con Jesús Estrada Ferreiro, quien finalmente decidió pedir licencia. ¿Con qué objetivo o motivación? Tal vez, por fin lo convencieron, tal vez lo presionaron tanto que ya no pudo. Tal vez va a huir porque sabe que Rocha Moya va con todo contra él, así sea meterlo a la cárcel. O chanza ya tiene otra jugada escondida como lo que consiguió ante el juzgado para protegerse el juicio político promovido al interior del Congreso del Estado.
En fin, el control político y la astucia del gobernador, Rubén Rocha Moya es un tema que ya hemos abordado en anteriores columnas. Y el gobernador sigue comprobando que el que mande es él y que con VOLUNTAD POLÍTICA, todo es posible.
Logró que la Fiscalía, el Congreso, la ASE y demás se pusieran a trabajar, a operar. Todo con la voluntad política de acabar a como dé lugar a Jesús Estrada Ferreiro.
Para que nos demos cuenta de que SI SE PUEDE. Se puede que las instituciones trabajen pero que tal si mejor las ponemos a trabajar para combatir la violencia, investigar y esclarecer las denuncias de homicidio, buscar a las personas desaparecidas, cumplir con todas sus obligaciones de transparencia, interponer denuncias por corrupción a toda dependencia y ente público que reporte irregularidades en los procesos de fiscalización.
¿Fácil no? Habrá voces que sustentan que, el proceso que se ha continuado con Jesús Estrada Ferreiro es un avance. “Es algo”, “Mejor eso que nada”. Que este suceso marcaría un precedente para que, ahora sí, se persiga la corrupción y las malas acciones y faltas de los gobernantes.
Yo creo que esto no se trata de buenas voluntades, ni de marcar precedentes y tampoco se traduce a que, en la proximidad, se seguirán repitiendo con otros actores políticos. Esta claro que, estas acciones son emprendidas a conveniencias y motivaciones políticas.
Y no estamos poniendo en tela de juicio, ni defensa, las faltas y delitos en los que pudiera incurrir el alcalde con licencia, porque las tiene, eso no está en duda. Pero por favor, otros alcaldes han hecho lo mismo y más y a ninguno se les ha enjuiciado.
No esperen que creemos que Morena sigue limpiando su partido porque ahí hay lugar para los corruptos ni malos gobernantes. No esperemos que Rocha tenga la vara mágica de la anticorrupción. ¿Quieren probar que existe voluntad de eliminar a los malos gobernantes? ¡Piso parejo! Con todos o con mejor con nadie.