Shinzo Abe, exprimer ministro de Japón y una de las figuras más icónicas de la política del país sol naciente, murió mientras recibía atención medica en un hospital luego de haber recibido un disparo mientras daba un discurso.
Abe recibió un impacto de bala tan solo minutos después de que empezara su discurso en Nara, e inmediatamente fue trasladado vía aérea a un hospital para atenderlo de emergencia.
Desafortunadamente no respiraba y su corazón sufrió un paro, por lo que fue declarado muerto mientras era atendido en el hospital.
La policía logro detener al presunto agresor sin que se hayan dado más detalles de este al respecto.
Este hecho resulta escandaloso pues la percepción del país asiático es que es uno de los más seguros del mundo.
La policía detuvo al presunto agresor en el lugar del impactante ataque en un país que es considerado uno de los más seguros del mundo y que cuenta con algunas de las leyes de control de armas más estrictas del mundo.
El primer ministro Fumio Kishida y los ministros de su gabinete regresaron rápidamente a Tokio desde otros actos de campaña en todo el país tras el tiroteo. Kishida calificó el ataque de “ruin y bárbaro”.
El jefe del departamento de urgencias de la Universidad Médica de Nara, Hidetada Fukushima, dijo que Abe sufrió importantes daños en el corazón, además de dos heridas en el cuello que dañaron una arteria, provocando una gran hemorragia. Había sufrido un paro cardiorrespiratorio cuando llegó al hospital y nunca recuperó sus signos vitales, señaló Fukushima.
Abe fue el líder más longevo de Japón antes de dejar su cargo en 2020.
Los líderes de la oposición condenaron el ataque y lo consideraban un desafío a la democracia de Japón. En Tokio, la gente se detenía en la calle para tomar ediciones adicionales de los periódicos o ver la cobertura televisiva del tiroteo.
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Cuando renunció como primer ministro, dijo que había reaparecido un problema de salud crónico. Abe padecía colitis ulcerosa desde la adolescencia y había dicho que la enfermedad se controlaba con tratamiento.
En su momento dijo a los periodistas que era desgarrador dejar muchos de sus objetivos sin cumplir. Habló de su fracaso a la hora de resolver la cuestión de los japoneses secuestrados hace años por Corea del Norte, una disputa territorial con Rusia y una revisión de la Constitución japonesa que renuncia a la guerra.