El papa Francisco afirmó las ordenes religiosas que conforman la iglesia que deberían evitar tolerar a los miembros que abusen sexualmente de sus feligreses, y que tienen la obligación de denunciarlos.
Francisco hizo el llamado de no tapar los casos de abuso sexual transfiriendo a los sacerdotes a otros países para que escapen de la ley.
“Somos sacerdotes para llevar a la gente a Jesús, no para devorar a la gente con nuestra lujuria”, dijo Francisco. “El abusador destruye, devora al abusado con su lujuria. Cero tolerancia”, comentó Francisco.
El papa aprobó en el 2019 una ley eclesiástica que dicta que los sacerdotes y monjas deben denunciar los abusos clericales a las autoridades eclesiásticas, pero no a las autoridades del gobierno, esto como supuesta medida para evitar este problema que pesa sobre la Iglesia desde hace décadas.