La Fiscalía General de la República y las autoridades de Costa Rica desarticularon una organización dedicada a la pornografía infantil, deteniendo a cinco personas involucradas.
Dicha organización operaba en México, Estados Unidos y Costa Rica, habiendo comenzado sus delitos en el 2011, comercializando imágenes y videos de abusos de menores en internet.
Se iniciaron investigaciones junto con la Oficina Central Nacional de la República de Costa Rica tras una denuncia en el 2016, debido a que varios miembros de esta organización eran mexicanos.
Un juez del reclusorio sentencio a Rafael “Z” por 42 años y 6 meses en prisión.
Lidia “G” y Marlon “A” recibieron una condena de 32 años y seis meses de prisión, y Pedro “R” una de 25 años.
Todos fueron acusados por los delitos de delincuencia organizada con fines de trata de personas, delito de trata de personas agravado en las modalidades de producir, comercializar y beneficiarse de la explotación.