El gobierno ruso aseguró que el ataque realizado el sábado pasado contra el puerto de Odesa “no puede ni debe” impedir que se cumpla el acuerdo con Ucrania para permitir la exportación de granos para disminuir la escasez de alimento en Europa.
Este ataque “tuvo que ver exclusivamente con infraestructura militar y de ninguna manera estuvo relacionada con la infraestructura que se emplea para el cumplimiento del acuerdo para la salida de los cereales”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa.
Por dicha intención, el ataque “no puede ni debe influir en el comienzo del proceso de carga (de grano)».
El sábado pasado dos misiles rusos cayeron sobre el puerto de Odesa por orden del Kremlin, destruyendo una lancha, un deposito de misiles antibuques e instalaciones para el mantenimiento de buques ucranianos.