El papa Francisco afirmó hoy sábado que sus problemas en los ligamentos de la rodilla le impiden viajar como antes lo hacía, y no descarta en retirarse en un futuro cercano.
El pontífice de 85 años asegura que a pesar de nunca haberlo contemplado seriamente antes, “la puerta está abierta” respecto a la idea de dimitir, asegurando que no habría nada de malo en eso.
“Esto con toda honestidad: no es una catástrofe, se puede cambiar papa, ¡no hay problema!”, afirmó el papa en su silla de ruedas durante una conferencia.
Si no abandonar su puesto, al menos bajar el ritmo, esa idea planteó el argentino.
“Creo que a mi edad y con esta limitación, tengo que ahorrar un poco (de energía) para poder servir a la Iglesia o, por el contrario, pensar en la posibilidad de dar un paso al costado”, afirmó .