Nicholas Burns, embajador de Estados Unidos en China, fue convocado por el Ministerio chino de Exteriores para hablar de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.
El viceministro Xie Feng recibió al embajador estadounidense y le comentó el inconformidad del gobierno chino por la visita de Pelosi, lo cual podría provocar “una condena unánime por una provocación deliberada y por jugar con fuego”.
La visita sería una fuerte violación de la idea de “una sola China”, deteriorando la relación entre ambos países pues atenta la soberanía e integridad de China, aseguró Xie.
“Las consecuencias son extremadamente serias. China no se quedará cruzada de brazos”, aseguró el funcionario, acusando a Estados Unidos de “decir una cosa y hacer otra”.