Un turista de 39 años que visitaba la ciudad de Ceará, Brasil, grabó su propia muerte (sin saberlo) mientras paseaba colgado de una tirolesa, la cual se rompió y terminó cayendo desde una gran altura.
El hombre estaba acompañado de su familia cuando descendía por la quebrada Canoa en la tirolesa.
La esposa de Murilo grababa el recorrido de su esposo, y también ella termino grabando, aunque de lejos, la muerte de este.
Sergio recibió asistencia médica inmediatamente, pero llegó al hospital ya sin vida.
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