Bajo la dirección de Kim Jong-Un, Corea del Norte llevó a cabo durante dos días un ejercicio «simulando un contraataque nuclear» en el cual se disparó un misil balístico con una cabeza nuclear falsa.
Esta fue la quinta prueba de la fuerza norcoreana en lo que va del mes, esto como protesta a las maniobras de Estados Unidos y Corea, las cuales son las más grandes de los últimos años.
Kim Jong-un hizo un llamado a preparar las fuerzas nucleares contra los ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur si insisten en su expansión hacia su territorio.
Las maniobras de EU y Corea del Sur son un ensayo para una invasión, por lo que el líder norcoreano respondió con este ejercicio.