La Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) otorgó el máximo grado de distinción: el Doctorado Honoris Causa, al reconocido escritor sinaloense Élmer Mendoza Valenzuela, cuyas aportaciones a la literatura y solidez de su trayectoria fueron factores determinantes para ser galardonado por la Máxima Casa de Estudios sinaloense.
En Sesión Solemne Virtual del Consejo Universitario, el rector y presidente del Consejo, Juan Eulogio Guerra Liera, colocó la capa, la medalla, el escudo de la Universidad y el birrete para envestir a Élmer Mendoza con el máximo grado de reconocimiento que otorga esta institución educativa.
“Hoy que nuestra Máxima Casa de Estudios le confiere su más alta distinción, quiero felicitar muy amplia y sinceramente a Élmer Mendoza, felicidades por tu fructífera trayectoria, la cual no se califica por la cantidad de cuentos, obras de teatro, columnas o novelas publicadas, sino por el impacto de cada una de ellas, por su vigencia en la literatura contemporánea, por su arraigo en el gusto de los lectores y por hacer patente realidades culturales como la identidad que se expresa en un habla nítida y honesta, como nítido y honesto es el carácter de los sinaloenses”, expresó el rector.
En la Ceremonia de manera virtual se contó con la presencia del Titular de la Anuies, Jaime Valls Esponda; del director general de Planeación y Desarrollo de la Anuies, José Aguirre Vázquez; así como los rectores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Universidad Tecnológica de Hermosillo; Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO), Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), y Universidad de Colima (UC).
Además estuvieron presentes los exrectores de la UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, Víctor Antonio Corrales Burgueño, David Moreno Lizárraga, Sergio Moya Núñez y los doctores Honoris Causa de la UAS, Jaime Labastida Ochoa, Octavio Paredes López y Enrique Villa Rivera; de igual forma el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), Carlos Anaya Rosique; el director del Consejo Editorial de la UAS, Celso Garza; la directora de vinculación del Copaes, Olga Hernández Limón, así como integrantes del Colegio de Sinaloa, escritores y personajes del área de la cultura de la entidad.
El rector calificó este evento de especial por lo que significa para la Universidad reconocer a un excelente sinaloense y porque, derivado de la pandemia, es la primera vez que se otorga en una ceremonia virtual.
“Las y los universitarios celebramos el estar reunidos esta mañana para homenajear a un referente en el ámbito de la literatura, a un escritor universitario y sinaloense que se ha consolidado como una de las plumas más reconocidas de nuestro país y de nuestra lengua, celebramos que un exponente del vigoroso espíritu Rosalino reciba hoy el máximo galardón que otorga nuestra más que centenaria casa de estudios y que, al hacerlo, reivindiquemos juntos el trascendental papel de la cultura y la educación”, dijo Guerra Liera.
Expuso que en medio de la pandemia actual las sociedades y las comunidades universitarias tienen un potente faro que las guía y las orienta y esa luz es la cultura.
Élmer Mendoza decidió ser escritor hace 44 años, dejó la electricidad por las letras, se llevó a su terruño en sus historias y en su estilo para regalárselo a México y al mundo, se formó en las aulas, en los libros, en las tertulias, donde aprendió de estructura, técnica, ritmo y trama, se formó en el campo y en la calle, ese ambiente natural que le prestó el modo de hablar, que le transmitió un lenguaje auténtico, mismo que convirtió en uno de los sellos de su narrativa.
En los últimos 70 años la UAS ha entregado el Doctorado Honoris Causa a 38 hombres y mujeres de ciencia, la política, las artes plásticas, de la medicina y luchadores sociales, todos de una gran estatura moral, hoy se suma Élmer Mendoza a esta relación en la que aparecen nombres de grandes escritores mexicanos como Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, así como la cuentista sinaloense Inés Arredondo y el poeta, sinaloense también, Jaime Labastida.
“Estimado Élmer, además de felicitarte por tus logros y reconocer la excelencia de tu trabajo, quiero también agradecerte el favor de tu amistad; gracias por estar siempre al pie del cañón con la labor cultural y editorial de la Universidad, donde tú y don Jaime Labastida son los principales referentes que esta máxima casa de estudios tiene. Gracias por formar a numerosas generaciones de jóvenes en la redacción, en la narrativa y en el estudio de la literatura”, puntualizó el Rector.
Por su parte el galardonado y desde hoy Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Élmer Mendoza Valenzuela, agradeció esta “inesperada distinción” a la comunidad universitaria y de manera especial a su familia: esposa, hijos y nietos, por su apoyo y ser fuente de inspiración.
En su discurso, el autor de la obra “Un asesino solitario” y “El amante de Janis Joplin” habló de su afición por la lectura desde niño pero que fue hasta sus 28 años que decidió ser escritor y se propuso ser de los buenos; relató sus inicios y cómo fue perfeccionando su narrativa hasta llegar a un estilo propio, para lo cual se estableció tres elementos: el tema, el ritmo narrativo y el lenguaje.
Contó cómo en cada novela que escribía intentaba mejorar, y se propuso hacer que sus novelas “sonaran”, escribir con un lenguaje que le saliera del corazón, con el lenguaje culichi, “el lenguaje del norte de México” como trascendió en las diversas partes del mundo que conocen su obra.
“Fue algo fascinante, cada página que escribía era un ejercicio en el que podía expresar una parte importante de lo que soy y que me define cono miembro de un pueblo, una época (…) a partir de ahí fue definir una estética sustentada en el lugar de origen, en la ciudad donde nací con muchas de sus características (…) el lenguaje como el sostén del arte de narrar se convirtió en uno de los pilares de mi creación”, reveló el recién galardonado con el Premio a la Trayectoria del Festival de Literatura Tenerife, España.
“Gracias a estos elementos tan sencillos he logrado que mi narrativa tenga una trascendencia; cuando me convertí en escritor me propuse poner a Culiacán en el mapa de la cultura universal y es muy posible que lo haya logrado, he abierto una puerta por donde la generación siguiente puede entrar y llegar aún más lejos que yo”, enfatizó el también Premio de Novela Tusquets 2007.
Élmer Mendoza, ganador del Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares 2002 confesó haberse planteado en su vida literaria tener metas elevadas y no tener complejos de inferioridad ante creadores de otras latitudes.
“Durante años he tratado de tener más metas que logros, con la idea de mantenerme vivo en plena actividad y emprendiendo como si fuera joven, quizás por eso siempre sonrío con alegría, en el terreno académico ser profesor en la UAS es una auténtica aventura (…) siempre he tratado de convencer a mis alumnos de que aspiren a la grandeza, los animo a que abandonen su zona de confort y que también apuesten todo”, compartió el Miembro Correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua desde 2011.
La obra narrativa de Élmer Mendoza es un parteaguas en la tradición literaria de México, particularmente en la historia de la novela negra escrita en español con 12 novelas publicadas, entre ellas El efecto Tequila, Cóbraselo Caro, Balas de Plata, La prueba de ácido, Nombre de perro, El misterio de la orquídea calavera, Besar al detective, Asesinato en el Parque Sinaloa, No todos los besos son iguales, y Hasta la cuarta pregunta.
Su obra representa uno de los cortos narrativos en castellano de mayor impacto internacional ya que algunas de sus novelas han sido traducidas al alemán, francés, portugués, italiano, ruso y griego.