Luego de que Elon Musk enviará un ultimátum a los empleados de Twitter para trabajar duro o abandonar la empresa, muchos de los trabajadores se negaron a someterse a las condiciones del magnate, lo que podría poner en riesgo la operabilidad de Twitter.
Muchos más trabajadores de lo esperado aceptaron el despido e indemnización, lo cual creó un caos respecto a quien podría o no tener acceso a la empresa.
“Continúe cumpliendo con la política de la empresa al abstenerse de discutir información confidencial en las redes sociales, con la prensa o en cualquier otro lugar”, diría un comuncado de Musk según afirma Bloomberg.
El multimillonario, en sus últimos esfuerzos antes de su fecha límite, intento convencer a la gente de que se quedara.
Personal clave fue convocado a reuniones para escuchar propuestas sobre el futuro de la red social. Musk además en un correo subsecuente, suavizo sus políticas de trabajo remoto.
“Todo lo que se requiere para la aprobación es que su gerente asuma la responsabilidad de asegurarse de que está haciendo una excelente contribución”.