La muerte y las armas son huellas permanentes en la biografía de Raúl Padilla (Guadalajara, 1954). Es la forma en que murió él y su padre, son los asesinatos de sus colaboradores cercanos.
El domingo falleció uno de los políticos y hombres de negocios más influyentes de los últimos 30 años en Jalisco. Se fue el padrino, el promotor cultural, el fundador de la Feria Internacional del Libro (FIL), del Festival de Cine de Guadalajara y el impulsor de artistas.
Bajo su dirección la FIL se convirtió en la principal cita cultural de habla hispana y en la segunda feria del libro más grande del mundo. En un país de pocos lectores rompió récords entorno al libro: casi un millón de personas llegaron a visitar la FIL en una semana de eventos.
Construyó su mecenazgo con el presupuesto público de la Universidad de Guadalajara, dinero que le permitió tener mando político e influencia en los círculos de poder. Se fue “El licenciado” como le decían con admiración y respeto sus colaboradores y amigos.
Tuvo pocos enemigos públicos declarados. En los últimos meses se hablaba de su enfrentamiento con Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, pero siempre mantuvo disputas con mandatarios estatales por cuestiones presupuestales y apoyos políticos.
Por ejemplo, en 2010 se confrontó con el gobernador Emilio González Márquez y movilizó a la estructura de la Universidad de Guadalajara para exigir más presupuesto.
Raúl Padilla deja una herencia política única. A la par de su llegada a la rectoría de la Universidad de Guadalajara en abril de 1989 forjó el Grupo Universidad y desde ahí controló el rumbo de la institución educativa aún después de dejar ese cargo en 1995.
También lo hizo gracias a la creación de una serie de empresas universitarias que le permitieron obtener dinero público y manejarlo a discreción, sin rendir cuentas.
Hoy, la Universidad de Guadalajara tiene el segundo presupuesto público más grande de Jalisco y, sólo por debajo de la UNAM, es la universidad estatal con más recursos.
Dos generaciones de políticos crecieron bajo la sombra de Padilla. Negoció con el PRI, con el PAN, con Movimiento Ciudadano y su estructura manejó durante años al PRD en Jalisco. La capacidad electoral de la Universidad de Guadalajara fortaleció su poder:
Unos 24 mil trabajadores académicos, administrativos y de servicios, así como más de 300 mil estudiantes.
Padilla forjó su liderazgo con violencia y armas, según consta en el expediente de 373 hojas elaborado por la Dirección Federal de Seguridad (DFS) a partir de la vigilancia que le hicieron agentes de la corporación entre diciembre de 1972 y octubre de 1985.
Los informes de la DFS, la policía secreta y de espionaje político del gobierno federal, se encuentran resguardados en el Archivo General de la Nación.
A los agentes les llamaba la atención la capacidad de movilización armada que tenía y el poder acumulado como presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) entre 1977 y 1979.
Un informe de la DFS fechado el 23 de mayo de 1977 refiere cómo efectivos militares habían “despistolizado a 4 alumnos guardaespaldas de Raúl Padilla López”. Un año después, en agosto de 1978, un agente de la DFS reportó que en el Festival Mundial de la Juventud, realizado en Cuba, Padilla y otros fegistas habían golpeado a Francisco Gaspar, oficial mayor de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Jalisco. Dos meses más tarde, la DFS documentaba que Padilla y 70 integrantes de la FEG sacaban por la fuerza a varios estudiantes detenidos en el edificio de la Dirección de Seguridad Pública.
El 21 de abril de 1978 los agentes de la DFS describieron la balacera que ocurrió en una manifestación encabezada por Padilla. “A las 15:35 horas se escuchó una detonación de arma de fuego, resultando herido un acompañante del presidente de la FEG, Raúl Padilla López, de nombre Francisco, al que apodan ‘El mugres’”.
La DFS desapareció en 1985 para convertirse en la Dirección de Investigación y Seguridad Nacional, antecedente directo del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y que hoy es el Centro Nacional de Inteligencia, pero los incidentes relacionados con armas y violencia se mantuvieron alrededor de Padilla.
En octubre de 2009, su chofer Andrés González Negrete fue atacado con armas de fuego y en noviembre su exsecretario particular, Fernando González Sandoval, fue asesinado por los hermanos Mancilla, dos hombres que eran guardaespaldas de Padilla y empleados de la Procuraduría de Justicia de Jalisco.
El expediente de la DFS dedicado a Padilla y resguardado en el Archivo General de la Nación comienza con la muerte de su padre Raúl Padilla Gutiérrez, médico que presidió el PRI en Jalisco y que aspiró a la gubernatura del estado.
En un informe de dos hojas, los agentes escriben que en diciembre de 1972 el Ministerio Público y los paramédicos de la Cruz Verde encontraron a Padilla frente al cuerpo de su padre, quien se quitó la vida con un arma de fuego.
Este domingo, Padilla fue encontrado sin vida en su domicilio en Guadalajara. La Fiscalía estatal informó del suicidio: a su lado se encontró un arma de fuego y una nota póstuma.
(Con información de Latinus)