Jesús Estrada Ferreiro y el peligroso camino de la confrontación

COLUMNA EN LA MIRA

El presidente municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, se ha acostumbrado a gobernar por medio de las confrontaciones con quienes se le pongan en frente, piensen diferente o actúen en contra de sus ideas o declaraciones, ese fue el sello característico de su anterior administración, en donde aprendió a transitar con la conciliación.

Justo a la mitad de su pasado trienio, Estrada Ferreiro cambió su actitud y su discurso, dejó de confrontarse y poco a poco cambió su imagen de un alcalde corajudo a uno amable y tranquilo, incluso hasta simpático; y mostró su mejor versión en la campaña, que a pesar de tantos negativos, logró ganar y reelegirse.

Hay que decirlo, era un secreto a voces que en Morena no lo querían como candidato, y ninguno de los candidatos lo quería cerca, ni en sus eventos, porque bastaba con que hablara para arruinar el evento; pero los amarres que Estrada Ferreiro tiene en Palacio Nacional y otros en Culiacán, pudieron vencer toda la cargada en contra.

El trabajo paralelo que se hizo en la campaña de Don Jesús, de conciliación y búsqueda de apoyos, fue parte del éxito. Pero todos los morenistas, los que ganaron en las urnas el pasado 6 de junio, entienden que ganaron gracias al arrastre del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la marca Morena, no por méritos propios.

Pero en este inicio de administración, particularmente las últimas cuatro semanas, han sido una pesadilla en el Palacio Municipal de Culiacán. Primero por el anuncio de eliminar todos los descuentos en el impuesto predial, primero para jubilados, pensionados y discapacitados; lo mismo en Japac.

Esto mandó un mensaje muy negativo a la población, particularmente a uno de los sectores más atendidos por el Gobierno que encabeza AMLO, los adultos mayores y discapacitados son primordial; pero el alcalde de Culiacán les quiere quitar los descuentos, aunque sean 20 o 100 pesos.

Luego vino la disputa por el metrobús con el Gobierno del Estado, obra que no está dentro de las prioridades del gobernador Rubén Rocha Moya, ni en el Presupuesto de Egresos del Estado 2022.

Tras varias semanas de declaraciones, y de buscar convencer al mandatario estatal, Estrada Ferreiro logró que Rocha Moya considerara este gran proyecto de transporte, pero sólo en caso de que haya recursos extraordinarios.

El gobernador hizo las pases con el alcalde, y en un evento público en Palacio de Gobierno, selló este compromiso con él. Pero Estrada Ferreiro no tiene pases, no tiene nada; y se desfigura mucho, estas fueron las palabras de Rubén Rocha Moya.

Jesús Estrada tomó un camino muy peligroso, subirse al ring y confrontarse con un gobernador con tanto poder y control. Quienes conocen a Rocha Moya saben que es un hombre inteligente, tranquilo y conciliador, que no le gustan las confrontaciones, pero si le buscan, se convierte en un hombre fuerte. A esto hay que sumarle que trae todo el apoyo y simpatías del pueblo, de los morenistas y del presidente López Obrador.

El camino de la confrontación que ha decidido tomar Estrada Ferreiro es peligrosísimo, en el contexto actual; y si forma parte de una estrategia para ser mártir o víctima, de cara al proceso electoral 2024, en busca de una senaduría; o en 2027 por la gubernatura, el panorama luce bastante complicado.

Si el alcalde no entiende los tiempos en los que está viviendo, y quien tiene el control y poder en Sinaloa, luce muy difícil que termine su administración; porque en política y tiempos de la Cuarta Transformación, no hay inamovibles.

Y aunque asegura no tenerle miedo al costo político, por sus decisiones anti populares, como quitar los descuentos en predial y Japac; y pedir una actualización del 6 o 7 por ciento, su estrategia le puede fallar y feo.

En el Congreso del Estado ya están listos para iniciarle un juicio político si decide eliminar algún descuento del predial, primeramente pasará por la Auditoría Superior del Estado, por violar la Ley de Hacienda Municipal; y luego por el Pleno del Legislativo estatal.

O bien, el gobernador le puede pedir a AMLO que le ayude a moverlo, ofrecerle un cargo en el Gobierno federal, alejado de Sinaloa; y hasta de México, en alguna embajada.

Estrada Ferreiro está a tiempo de recapacitar, ya lo hizo en su anterior administración, a él y a Culiacán le conviene más que retome el camino de la conciliación, que se ponga a seguir recaudando eficientemente como lo ha venido haciendo y que se vean los beneficios en la capital del Estado.