La corrupción en el sistema anticorrupción… no sólo es Sergio

COLUMNA EL CAMBALACHE 

Por Estefanía López 

La implementación del Sistema Nacional Anticorrupción desde su creación en el 2016, ha enfrentado grandes retos para conformarse, sin lograr una consolidación como tal. Las observaciones son tanto a nivel nacional como a nivel estatal. Un tema amplio, complejo, con una gran necesidad de estudio y perfeccionamiento ya que, ha surgido de una legislación reciente que aún tiene poca exploración.


En el 2017 y 2018, fueron los años en los que el Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción tuvo lugar en Sinaloa. De esta forma se crearon los órganos establecidos por ley, como lo es el Comité Coordinador, la Secretaría Ejecutiva y el más importante, Comité de Participación Ciudadana.

El CPC se supone ser el órgano de mayor relevancia en el Sistema Anticorrupción ya que representa la exigencia de los ciudadanos por el combate a la corrupción, la vigilancia de las acciones de gobierno y por ende, es el más criticado por su funcionamiento y resultados.

En estos días, el CPC se encuentra en una polémica porque uno de sus integrantes, Sergio Avendaño Coronel, es el defensor jurídico de Rosendo Camacho Luque, ex delegado federal de Sedatu, quien ha sido acusado por desvío de recursos relacionado con compras del Fonden en el 2018 luego del paso del Huracán Manuel.

Después de este hallazgo, han sido muchas voces las que se han pronunciado en contra el CPC y de Sergio Avendaño por ocupar este cargo. Entre los discursos, el señalamiento se ha quedado en eso, en un mero señalamiento que más allá de arreglar el problema solo demerita la existencia del Sistema Estatal y Municipal de Transparencia. Que, a decir verdad, el sistema no ha servido de mucho, pero eso no es sólo es responsabilidad del CPC o de Sergio Avendaño sino de una inoperancia total de todo el esquema del Sistema Anticorrupción que no hace investigaciones, no presente denuncias, no determina hallazgos de corrupción, ni procede a sancionar a funcionarios públicos.

Este reciente suceso, nos obliga hacer ciertas reflexiones:

1. Es sumamente incongruente que los principios de Sergio Avendaño se basen en el trabajo en contra de la corrupción y a su vez, labore como defensor de un posible responsable de un acto de corrupción. No es ilegal, pero sí antiético. Debería irse o dejar el caso de abogacía.

2. El Sistema Nacional Anticorrupción presenta deficiencias desde su creación y no sólo del CPC, si no de todas las instancias involucradas… el Poder Judicial del estado, Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas de Gobierno del Estado, la ASE, Vicefiscalía Anticorrupción, el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado y la CEAIP. Sólo se han dedicado a hacer foros, conferencias, talleres y todo lo demás, menos perseguir la corrupción.

3. La comisión de selección del CPC no está conformada; faltan dos integrantes más en el CPC que no se han designado y por lo visto, al Congreso del Estado no le interesa atender esto. Se necesita que el Congreso intervenga para que este sistema también opera y de resultados.

4. La Comisión de Transparencia y Participación Ciudadana, presidida por la diputada, Cecilia Covarrubias también parece pintada, ni convoca, no emite convocatorias, ni promueve la participación, ni hace nada. Repito, los diputados necesitan intervenir.

5. Las declaraciones de los personajes políticos tanto a nivel nacional como estatal, hablan de un desprestigio al SNA y los sistemas estatales y municipales. Pareciera que su postura es la eliminación de estos organismos promovidos en su momento, por Enrique Peña Nieto.

La apatía el Poder Legislativo preocupa, el enfocarse más en la imagen de una persona integrante del CPC que por emitir convocatorias y promover la participación, habla una vez más del uso de un discurso mediático golpeador que de acciones y propuestas concretas.

Ahora, el caso específico de Sergio Avendaño, habla indiscutiblemente de que se tiene que implementar una mejor selección de integrantes del CPC y del resto. Incluso se podría hablar de reformar la ley para evitar que los integrantes litiguen, o bien, presten servicios en casos relacionadas con la corrupción de ser abogados. Al fin y al cabo, los del CPC perciben un sueldo por honorarios.

No podemos ignorar la ineficiencia que presenta en Sistema Anticorrupción para enfocarnos en el mitote de Sergio Avendaño. Solución… habría que quitarlo, emitir la convocatoria y llamar a la participación para integrar los espacios que están acéfalos.

Analizar la desaparición del Sistema o dejar que siga así de deficiencia, sería ir en contra de los principios del combate a la corrupción de la izquierda que hoy ocupa el gobierno. El SNA y los sistemas estatales y municipales, son bueno en la letra, hay que hacer, hay que obligar a que realmente operen y se trabaje en ellos, quitando los vicios y por supuesto, la corrupción que irónicamente también allí existe.